No sé qué me pasa últimamente con los cómics que llevo una racha buenísima con ellos, no parándome de encontrar verdaderas joyas de este medio. También puede ser que haya vuelto a encontrar, tras años de sequía en este sentido, una persona que todo lo que me recomienda me gusta. Quien sabe, sabe.
Por ello es que os traigo cuatro reseñas breves con lo mejor que he leído en cuanto a cómics este último mes. ¡No os los perdáis!
Worm Gnosis, de Boris Ramírez Barba: ¿Recordáis aquellos libros de «Elige tu propia aventura»? Era un concepto que de pequeño me fascinaba, me leí todos los que había en la biblioteca de la escuela, que no eran pocos. Pues resulta que este cómic tan particular traslada este concepto a su propio medio, pero sumándole varios pluses de interactividad. Así, da un paso adelante y abraza conceptos de los juegos de rol y de los videojuegos, todo para crear la aventura de nuestro protagonista, un cultista que deberá enfrentar numerosos peligros y rivales para hacerse con el tesoro y secretos del fallecido maestro Derzahal, para gloria de su secta ¡y de sí mismo!
Y para avanzar a lo largo de esta aventura no solo deberemos elegir entre varias opciones y ver qué final nos espera, sino que también tomaremos decisiones que podrán terminar muy mal para el protagonista, librar combates simulados con tiradas de dados, recoger equipo que nos ayude de diversas formas y obtener puntos de gnosis (experiencia). El cómic, si bien breve, explota el concepto muy bien y no llega a ser repetitivo o monótono en ningún momento, pues cada tanto encontramos algún desafío que añade una nueva mecánica o tergiversa una ya vista antes. Recomendado sobre todo si os gustan los experimentos narrativos o si como yo leíais aquellos libros y tenéis ganas de volver a tener entre manos algo similar.
El Inmortal Hulk, de Ewing y Bennet: Lo siguiente se refiere únicamente a los volúmenes uno y dos de esta colección, que incluyen hasta el número 10 de la publicación en grapa original. Probablemente quienes sean fans de Marvel o de Hulk vayan muy delante en la lectura de esta colección, que en realidad ya terminó con el número 50 de la misma. Cuando la termine quizás vuelva a hablar de ella, pero por el momento no tengo problema en decir que es lo mejor de este personaje que he leído nunca, consistiendo la historia en un acercamiento bastante distinto y peculiar al coloso esmeralda. A estas alturas ya hemos visto versiones de Hulk de todas las formas, colores y tipos, tantas que puede llegar a ser confuso para quien quiera ponerse al día con sus historias y hacerle incluso sentir que todo esto no es más que pérdida de su tiempo. Por suerte, Inmortal viene precisamente a ordenar esta cacofonía de ideas de «hulkidad» y al tiempo crear algo nuevo.
El apelativo de inmortal no es baladí en esta caso, pues esta historia empieza precisamente con este concepto en mente: Hulk no puede morir. Y Al Ewing lleva este concepto al límite, dedicándose a explorar qué significa esto, tanto para el propio Hulk y todos quienes le rodean, como para el mundo en que habita esta fuerza imparable a la que además ni siquiera se le puede dar muerte. Como podéis imaginar y si bien no diría que esto es una historia de terror al uso, sí se exploran de forma continuada diversos tropos del género, tanto aquellos que tienen que ver con cómo afecta a la psique humana presenciar lo imposible, como otros más centrados en el body horror, teniendo como una de sus influencias más claras el cine de Cronenberg y la «Nueva Carne». Por mi parte, es casi seguro que complete esta colección, algo raro pues no he empezado colecciones largas de cómics desde hace más de una década, pero es que esta creo de verdad que lo merece. ¿Reseña cuando la complete? Reseña cuando la complete.
Flex Mentallo, el justiciero musculoso, de Morrison y Quitely: Mentallo es un superhéroe, un forzudo que va por ahí en calzones estampados con manchas de leopardo y, en ocasiones, una gabardina. Puede parecer una indumentaria ridícula, ¿pero no lo es la de toda la gente de su gremio? A Flex se le perdona, en todo caso, porque no podréis encontrar a alguien más majo que él y más decidido a ayudar al resto, no solo luchando contra villanos siderales sino también atendiendo a cada persona necesitada con la que se cruce.
Así es Flex Mentallo el individuo, pero ¿cómo es Flex Mentallo el cómic? Pues es un sensacional homenaje a las historias de superhéroes, a lo que significan y a todo lo que pueden llegar a ser. Veréis, Flex es un superhéroe, sí, pero es que además es el único que queda en su realidad. Realidad, por cierto, que ahora mismo está amenazada. Y poco más se puede decir de esta historia sin destriparla, aunque en ella lo que sucede es lo de menos.
Más importante es, quizás, lo que podría suceder, pues Flex Mentallo explora en cada una de sus viñetas esas posibilidades, con idas y venidas, saltos y volteretas de una narrativa que se retuerce, contrae y culebrea para no dejarse atrapar nunca, ni siquiera cuando llega a su inevitable final. Y para ello, Flex rompe la cuarta, la quinta y todas las demás paredes que hagan falta. Y puede romperlas, literalmente, porque está más fuerte que el vinagre.
Si os gustan los cómics de superhéroes, no os podéis perder este. Como mínimo, no os dejará indiferentes.
Mr. Milagro, de King y Gerads: Esta historia es muchas cosas. Es un cómic de superhéroes, sí, pero no desde luego uno del montón. Los protagonistas quizás ni siquiera os suenen a la mayoría (Mr. Milagro y Big Barda), ni los vamos a encontrar inmersos en una misión por salvar el mundo. Bueno, no nuestro mundo en todo caso (donde viven), ni aquel en que crecieron (Apokolips) sino otro al que también podrían haber considerado su hogar si las cosas hubieran sido distintas (el idílico Nueva Génesis), el cual se encuentra inmerso en la más letal y cruenta de las guerras.
En todo caso, no será una historia de aventuras, sino una sobre cómo a veces nuestra propia vida nos supera. Conflicto. Sufrimiento. Suicido. Y todo eso en las primeras páginas.
Según dicen, Mr. Milagro puede escapar de cualquier situación, pues es el escapista supremo. La pregunta que se nos plantea en este cómic es saber si podrá escapar de la misma muerte. O, visto de otro modo, si será capaz de escapar de las consecuencias que tiene la propia vida. Vivir es sufrir, sí, pero también es muchas más cosas y creo que en este cómic aparecen representadas algunas de las más importantes, tanto las buenas como las malas.
Mr. Milagro, por cierto, no es humano, sino un dios. Y aún así, es uno de los personajes más humanos que he leído últimamente. Y por cierto que junto a Big Barda forman la pareja más adorable y creíble que haya tenido el placer de leer en lo reciente. Se quieren, a veces discuten, se siguen queriendo y se apoyan a muerte, poniendo toda la carne en el asador para que lo que tienen funcione, sean cuales sean las circunstancias y desafíos que les esperen, ya sean estos asuntos divinos o mundanos y triviales, pues ambos se entremezclan en estas viñetas con una facilidad inusitada.
De todo esto y mucho más habla este cómic, pero cabe decir que no es una historia para todo el mundo. Por ejemplo, hay que reconocer que es una de esas en las que ni siquiera al terminar tendremos del todo claro qué acaba de suceder, quedando a elección de quien lee decidir cómo interpretar la resolución. Sin embargo, lo importante no es solo lo contado, sino lo profundo que excava en estos temas «Mr. Milagro», hilándolos con tal pericia que parece increíble que quepa todo ello en una serie de sólo doce números, aderezado además todo ello con un uso de las viñetas y del espacio de las mismas que solo puede calificarse de magistral en todo momento.
Por cierto, sabed que ha sido recientemente reeditada en la colección Pocket de ECCcómics, así que la tenéis disponible a un precio de risa. Si os hacéis con ella, leedla, disfrutadla y recordad:
Darkseid es.
Haber encontrado tanto cómic interesante últimamente no es casualidad, como dije al principio, sino que todo ello ha sido gracias a las recomendaciones de la buena gente de «El Podcast Ese», que podéis encontrar en plataformas como Ivoox o Spotify. Impagables sin lugar a dudas.
En cuanto a mi, seguiré dejándome caer por aquí, ¡esperemos que más pronto que tarde! Y recordad: cuidaos, apoyad siempre que podáis al pequeño comercio y feu bondat!